Insomnio: ¿cómo hacer para dormir mejor?

En estos tiempos modernos, uno de los problemas que más se escucha es el del insomnio. Las dificultades para descansar nos ocurren a todos de vez en cuando, pero si se vuelven persistentes, puede llegar a ser muy difícil sostener una vida normal.

El insomnio es la dificultad para conciliar o mantener el sueño, y puede traer graves problemas a la vida cotidiana de las personas. Irritabilidad, susceptibilidad emocional, torpeza y falta de atención son algunos de los efectos que tiene la falta de sueño sobre nuestro funcionamiento diario.

Hablamos de insomnio cuando:

  • Los problemas de calidad y/o cantidad del sueño se vuelven intolerables.
  • Empiezan a surgir dificultades de adaptación a las consecuencias negativas de estos problemas, provocando síntomas como: alteraciones del humor, dificultad para concentrarse, somnolencia con dificultad para poder dormirse durante el día, cansancio físico y mental, estado general de nerviosismo, tensión y ansiedad.

Para combatir el insomnio, en primera instancia es necesario modificar los hábitos para lograr una buena higiene del sueño. Esto es fundamental y, en algunos casos, basta con eso para acomodar el ciclo de sueño y decir adiós a los problemas. Sin embargo, hay que tener mucha disciplina y respetar estrictamente los hábitos y rutinas autoimpuestas, ya que de otra forma el frágil equilibrio de los ritmos circadianos podría tambalearse y hacernos volver al problema inicial.

En algunos casos también puede ser de gran ayuda la psicoterapia para trabajar miedos anticipatorios y creencias irracionales relacionadas al sueño, lo que ayudará a disminuir la ansiedad anticipatoria creciente ante la idea de dormir.

Por último, existen algunos fármacos que pueden ayudarte a conciliar y mantener el sueño cuando todo lo demás falla. Es recomendable que los consumas únicamente bajo indicación médica y durante poco tiempo, ya que sus efectos secundarios pueden ser peligrosos. Algunos de ellos son:

  • Antihistamínicos: estos son los más comunes y son de venta libre. En realidad son medicamentos contra las alergias, pero tienen un efecto sedante que ayuda a la conciliación del sueño. Sin embargo, producen rápido acostumbramiento, lo que significa que si las consumís muy seguido su efecto sobre tu cuerpo será cada vez menor, y necesitarás cada vez dosis más altas para lograr menor efecto.
  • Melatonina: también de venta libre, este fármaco es considerado un regulador del sueño sin efecto sedante. La melatonina es una hormona que produce nuestro cerebro naturalmente ante la oscuridad, y nos incita a dormir. Sin embargo, como en la actualidad estamos rodeados de mucha luz incluso de noche, su producción puede verse desregulada, y su consumo en forma de medicamento puede ayudar a recuperar ese equilibrio. El problema es que no hay demasiados estudios científicos que hayan probado su eficacia.
  • Hipnóticos: son de venta bajo receta, y con razón, ya que pueden crear dependencia. Eso quiere decir que uno puede volverse adicto a este tipo de medicamentos. Por esta razón suele recomendarse que se consuman con moderación, bajo la supervisión de un médico y durante un periodo menor a 3 meses. Además, la suspensión debe ser gradual, ya que el síndrome de abstinencia puede llegar a ser peor que el problema de insomnio inicial.

Ninguno de estos métodos es 100% efectivo por sí solo. Si nos decantamos, por ejemplo, por el uso de psicofármacos sin revisar nuestros hábitos de higiene del sueño, en el momento en que nos quedemos sin ellos volveremos a sufrir una noche de insomnio que, como todas las recaídas, puede llegar a ser muy frustrante. En cambio, si elegimos modificar nuestros hábitos sin acudir a un profesional para trabajar sobre la ansiedad anticipatoria, ésta seguirá allí al momento de acostarnos y tirará por la borda todos nuestros esfuerzos.

Lo mejor es buscar una combinación de dos o tres métodos para solucionar el problema y lograr una vida saludable. Si estás decidido a dar el primer paso y empezar a cambiar tus hábitos relacionados al sueño, podés encontrar cómo hacerlo en esta nota sobre cómo construir una rutina de sueño saludable.

Para escribir esta nota me basé en el libro Comprender el insomnio de Victoria de la Fuente y Carlos Martínez.

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